Como los humanos, las plantas tienen que luchar contra muchos
microorganismos invasores. Para ello, muchas de estas plantas
han desarrollado poderosas propiedades que combaten la infección.
Añadirlas a nuestra dieta no sólo añade por tanto sabor sino que mejora
nuestra respuesta inmunitaria.
– El jengibre mata bacterias y reduce la fiebre
Esta versátil especia proviene de la raíz de la planta y posee una variedad de compuestos fitoquímicos que se han demostrado antibacterianos, antiinflamatorios, reductores de fiebre y con propiedades aliviadoras del dolor.
La medicina india ayurvédica emplea la raíz de jengibre como una ayuda digestiva para los niños con cólicos y los adultos con indigestión. El jengibre es un remedio natural para la náusea y los vómitos por mareos y problemas matutinos derivados del embarazo.
Por ejemplo, un estudio con embarazadas con estos problemas encontró que un gram ode jengibre oral reducía significativamente la frecuencia y severidad de los episodios de náuseas. (1)
– Los hongos odian el romero
Las hojas de romero se emplean frescas o secas in la dieta mediterránea para añadir sabor. El romero tiene propiedades antioxidantes y la investigación demuestra que el extracto de romero tiene capacidad antibacteriana y antifúngica (2,3)
Además, estudios preliminares sugieren que su relativo alto contenido de ácido carnósico podría reducir el riesgo de Alzheimer e infarto. Cuatro a seis gramos de hojas frescas de romero es una dosis terapéutica que estimula nuestro sistema inmunitario durante el invierno.
– El ajo previene síntomas de resfriado y gripe
Esta hierba culinaria tiene una amplia variedad de beneficios para la salud desde cardiovasculares hasta inmunitarios. El ajo posee nada menos que más allá de las 100 substancias que contribuyen a sus propiedades.
Lo más significativo es su alta concentración en compuestos sulfurados, que son responsable del aroma del ajo y su efectividad contra las bacterias, virus y hongos. Durante la época de resfriados supone una ventaja tomar un poquito de ajo fresco o usarlo incluso como suplemento ya que reduce el número y duración de gripes. (4)
El ajo parece además efectivo en eliminar la bacteria Helicobacter pylori, un microorganismo asociado con las úlceras de estómago y cáncer de estómago. En estudios de laboratorio, los compuestos del ajo fue efectivo en eliminar incluso esta bacteria cuando es resistente a fármacos.
En tanto el ajo actúa de manera sinérgica con los antibióticos, el tratamiento con ajo podría ser una buena estrategia.
– El orégano preserva la función inmunitaria
Las hojas de esta hierba contienen calcio, vitamina C, betacaroteno y ácidos grasos Omega 3. El aceite de esta hierba tiene actividad antimicrobiana y antibacteriana siendo una hierba prometedora en combatir las infecciones de levaduras. (5)
El aceite de orégano combinado con aceite de clavo ha sido testado contra la levadura candida. En un estudio con animales inmunodeprimidos, los aceites de clavo y orégano redujeron su crecimiento de Candida en muestras de tejido oral.
En otro estudio, los activos de los aceites de orégano y clavo mostraron reducir la Candida en modelos animales de infección vaginal. Con lo que los autores concluyeron que era un tratamiento prometedor contra las infecciones vaginales por levaduras. (6)
(1).- Aust N Z J Obstet Gynaecol. 2003 Apr;43(2):139-44.
(2).- Chem Biodivers. 2010 Jul;7(7):1835-40.
(3).- Phytochemistry. 2004 Dec;65(24):3249-54.
(4).- Adv Ther. 2001 Jul-Aug;18(4):189-93.
(5).- J Agric Food Chem. 2004 Jun 2;52(11):3309-12.
(6).- J Antimicrob Chemother. 2004 Nov;54(5):909-14. Epub 2004 Sep 29.
Fuente: http://www.lifeextension.es
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