El termino “Seitai”, literalmente “cuerpo armonizado”, designa simplemente el estado de un organismo equilibrado.
A lo largo de su historia y de manera excepcional, la humanidad ha tenido la suerte de ver nacer a genios entre los individuos que la componen. El Maestro NOGUCHI, fundador del Seitai, es uno de ellos.
¿Quién fue este hombre fuera de lo común, que supo inspirarse directamente de los principios de la Naturaleza y cual es esa llave única que ofrece el Seitai a los que avanzan al encuentro de si mismos siguiendo la vía del Ki?
Haruchika Noguchi
Haruchika Noguchi, hijo menor de una familia numerosa y de condición extremadamente modesta, nació en 1911 en Japón. Ya en su infancia, descubrió sus extraordinarios talentos de sanador. Los pacientes, mucho más numerosos de los que el muchacho podía recibir, pronto comenzaron a acudir a su puerta atraídos por su reputación. Sorprendido de poseer tales capacidades, el joven Noguchi se entrego al profundo estudio de las diferentes líneas filosóficas y terapéuticas tradicionales del Extremo Oriente. Posteriormente, a la luz de su propia experiencia, y sobre todo gracias a su extraordinaria sensibilidad y una aguda percepción de los fenómenos naturales, Noguchi creo el concepto de Seitai y abrió su propia escuela.
En aquella época, los alumnos que acudían a su Dojo, estudiaban los mecanismos de la salud y la mejor manera de corregir los problemas diagnosticados. Estaban por tanto capacitados para tratar enfermos.
Lamanera en que Noguchi concebía la salud superaba los marcos habituales de la terapéutica y de la prevención. Hizo hincapié en el estudio de las diferentes tendencias o costumbres corporales y psicológicas del ser humano (taiheki), y permitió así a sus alumnos gozar de una comprensión revolucionaria del proceso de desarrollo patológico. En manos del Maestro Noguchi o de sus alumnos, el Ki y los puntos reflejos del organismo (Katten) cobraron un nuevo sentido, y este fue el origen de la excelente reputación que tienen hoy en día los terapeutas Seitai en Japón.
El fundador, sin embargo, no estaba satisfecho con su sistema. Curaba, pero sus pacientes volvían buscando de nuevo el alivio que el podía proporcionarles. Entonces decidió dar al Seitai una nueva orientación. Consciente de la importancia de los movimientos involuntarios (bostezos, estornudos, sobresaltos, etc.) en el mantenimiento del equilibrio fisiológico, y por tanto de la salud en general, ideo la forma de optimizar este proceso en el cuerpo y llamo a este fenómeno Katsugen Undo (movimiento regenerador).
Paralelamente, resalto el papel primordial del Ki en todos los aspectos de la vida humana. Este aspecto del reparto sutil de la energía vital por todo el organismo que generaba efectos profundamente benéficos fue llamado Yuki (Doki en algunas escuelas), base del tratamiento (Seitai Soho) de los terapeutas profesionales, pero asequible a todos. Partiendo de estas dos practicas, el Katsugen Undo y el Yuki, la escuela Seitai enseño como encargarse uno mismo de su propio desarrollo y de su propia salud.
El Maestro Noguchi obtuvo entonces el reconocimiento del gobierno japonés y el apoyo del Ministerio de la Educación.
Extractos de un artículo publicado en la revista Cinturón Negro numero 29
Fuente: http://seitai333malaga.wordpress.com/