Medicina Natural, Seitai

Seitai: Sobre El Movimiento Regenerador

El Katsugen Undo (literalmente Movimiento Regenerador) tiene como finalidad conseguir la normalización del terreno.

 

Práctica central del Seitai destinada tanto a los profesionales como a los principiantes, El Katsugen Undo es totalmente diferente a un ejercicio físico en el sentido usual de la palabra. No se trata de ejecutar un acto voluntario, sino de dejar que el sistema involuntario  del cuerpo humano, llamado en anatomía “sistema motor extrapiramidal”, se exprese libremente a través de los movimientos espontáneos del cuerpo.

El Maestro Noguchi concibió algunos ejercicios de preparación que inducen estos movimientos espontáneos. Entre otras cosas, se actúa en la columna gracias a una gimnasia sencilla en la que se alterna la contracción intensa con una repentina relajación. De manera refleja, el cuerpo empieza a moverse solo, sin que en ningún momento el practicante pierda conciencia o entre en trance. Durante la práctica del Katsugen Undo, el cuerpo mental se encuentra más bien en un estado de despertar penetrante. Si el practicante se retiene de implicar su voluntad en esta movilidad aparentemente anárquica, es por elección propia. De hecho, estos gestos que nos parecen desordenados no se deben al azar, sino al juego sutil del Ki en el organismo que, al fluir, barre como un viento interior las contracciones inútiles y otras anomalías.

Con la práctica se obtiene:

  • Unos reflejos suficientemente desarrollados para poder afrontar las anomalías, de   manera automática. Por ejemplo, uno vomitará si la comida no le conviene, incluso si el paladar desea aceptarla. Se evitarán así muchos casos de intoxicación. La sensibilidad se incrementa, de modo que no será cogido desprevenido por enfermedades. Las enfermedades son aceptada más bien como fluctuaciones fisiológicas. No busca curarlas, pues sabe explotarlas en provecho suyo. Su catarro es frecuente pero dura muy poco tiempo, sólo el espacio de algunas decenas de minutos y, una vez pasado, se siente más fresco.
  • Una respiración más profundamente que en la gente ordinaria.
  • Un sueño más corto y profundo. Se repone de su cansancio muy rápidamente.
  • Un cuerpo flexible, eliminándose rigidez y tensión.
  • Concentración y relajación a voluntad.
  • Necesidades precisas. El cuerpo nos hace sentir lo que hay que comer sin necesidad de interrogar a los especialistas.
  • Coordinación entre el pensamiento y la acción. La torpeza cede el puesto a la destreza sin que uno mismo sepa cómo ha ocurrido este cambio.
  • Serenidad de espíritu creciente, etc.
(Ultima parte con extractos traducidos del Libro Le Non Faire, de Itsuo Tsuda)

Fuente: http://seitai333malaga.wordpress.com/

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