Hoy día, hablar de chacras, o centros energéticos, en los humanos ya no resulta nada extraño. Pero no solo el ser humano tiene chacras. Todos los seres vivos tienen una anatomía sutil que co-existe con su estructura física.
Los chacras son como ruedas energéticas que absorben la energía universal y la transmutan de tal forma para que el cuerpo físico la pueda aprovechar y nutrirse. Cualquier vivencia, pensamiento o emoción, afecta a los chacras y por lo tanto al cuerpo físico. Los chacras de los animales están mas o menos localizados en los mismos sitios que en el ser humano y de igual manera son únicos en su manifestación.
Igualmente hay diferencia entre un animal domesticado o salvaje. Los animales que viven en libertad, dependen mucho mas de su instinto que los domesticados y suelen tener los chacras mucho mas desarrollados. Puede haber diferencia según la especie y su evolución. Elefantes y delfines por ejemplo tienen los chacras superiores mas desarrollados, y son considerados guardianes de la tierra.
Aún así en mi trabajo con los animales he podido observar que aunque llevan durante tiempo conviviendo con el ser humano, el instinto en el animal domesticado sigue presente “justo debajo de la piel”.
Los animales cuadrúpedos tienen 8 chacras mayores, 21 chacras menores, y 6 chacras adicionales en las patas y en la entrada de las orejas.
Los chacras mayores determinan en gran medida su comportamiento. A través de estos centros energéticos inter-actúan con su entorno. Es en estos chacras que podemos encontrar un desequilíbrio si el animal se ha visto privado de cariño, ha sido abandonado, maltratado o ha padecido alguna enfermedad.
Los pequeños chacras que se encuentran en las patas y en la entrada de las orejas son especialmente receptivas a las energías telúricas. Es a través de estos chacras que son capaces de captar antes de que se manifiestan las tormentas, los terremotos etc. Los chacras en la base de los pies también les sirve para encontrar sitios con “buena” energía para acostarse.
Los chacras menores están repartidos en varios sitios, como la cola y el puente de la nariz.
El octavo centro mayor fue descubierto por la sanadora Margrit Coates y es llamado chacra braqeal o chacra llave. Se encuentra justo encima de las escápulas y sirve como enlace con todos los demás chacras mayores. Es el chacra que nos permite conectar a un nivel muy profundo con los animales. Poner las manos en ambos chacras y permitir como vaya fluyendo la energía entre el animal y tu es una experiencia maravillosa.
Cuando la energía en este centro no fluye correctamente el animal estará reacio a ser tocado, tanto a nivel físico como a nivel emocional.
El primer centro energético es el chacra raíz. Se encuentra donde la cola se inserta en el cuerpo. Este chacra rige la energía de la supervivencia y la salud física. En animales de presa como por ejemplo el caballo, no es extraño encontrar este centro muy desarrollado.
El miedo excesivo, la lentitud, falta de peso o inquietud son indicios de que hay un desequilibrio en este chacra. A nivel físico nutre los intestinos, patas posteriores, el sistema muscular y el esqueleto en su totalidad.
El segundo centro energético es el chacra sacro. Esta localizado en la zona lumbar, entre la cola y la mitad de la columna vertebral. Igual que en el ser humano rige la sexualidad en el animal y las emociones en relación al grupo o la manada. La castración y la esterilización suelen tener un efecto negativo sobre este chacra.
También se bloquea en las madres que se ven separados de sus crías demasiado pronto o aquellos animales que son separados de sus compañeros. El animal se suele manifestar con una respuesta híper sensible. Es una pena que el ser humano no tiene en cuenta que también los animales se relacionan entre ellos y que llegan a sufrir mucho cuando son separados de sus compañeros.
A nivel físico rige la energía de los riñones, el sistema reproductivo y el sistema linfático.
El plexo solar se encuentra en la mitad de la columna vertebral y es el centro del poder personal y el sentido del “yo”. En los animales domesticados es un centro fácilmente desequilibrado ya que no se les permite tomar sus decisiones libremente. Es posible que esto se manifiesta en agresividad, dominancia, no tener entusiasmo por la vida y que emocionalmente se retiran.
A nivel físico este centro energético rige el sistema digestivo igual que en el ser humano.
En los caballos es un centro que suele estar bastante desarrollado ya que son animales de presa y suelen ser atacados en la barriga. Un día me llamaron para hacer un equilibrio de chacras a una yegua. No me comentaron cual era el problema, y al hacer la lectura sentí que tenia el plexo solar muy contraído. Hasta entonces nunca me había encontrado con nada similar y dudé mucho de mi lectura. Pero al comentarlo con su persona me dijo que había traído a esta yegua a su casa, sabiendo que padecía de anorexia equina, y que la tenía que dar de comer varias veces al día pequeñas cantidades.
El cuarto centro, chacra del corazón, se localiza en el pecho, entre las piernas.
A nivel emocional rige las relaciones con el entorno. Es aquí donde libera el resentimiento y la rabia contenida. Cuando observamos que el animal está triste, o cuando hay demasiada necesidad de interactuar con otros animales, o en el caso de celos o nerviosismo alrededor de otros animales, suele haber un desequilibrio en este centro energético.
A nivel físico rige el corazón, pulmones, sistema inmunológico y el timo.
El quinto centro, el chacra de la garganta, se encuentra en la zona de la garganta y rige la comunicación. Este centro estará desequilibrado en caso de que el animal no es capaz de expresarse o al contrario: cuando es demasiado ruidoso.
A nivel físico rige la garganta, la boca, dientes, y las mandíbulas.
El chacra del tercer ojo lo encontraremos en el centro de la cabeza, justo encima de los ojos.
La función que tiene es la de la aceptación de si mismo y de sus circunstancias. El desequilibrio se puede manifestar con dolores de cabeza, problemas de vista y la distracción. Un caballo que tropieza mucho seguramente tendrá la energía de este centro energético desequilibrado.
A nivel físico rige la cabeza en general, la glándula pineal, los ritmos corporales, y la conexión con su fuente universal.
El último chacra mayor es la coronilla y la encontramos encima de la cabeza, entre las orejas. Este centro energético es su enlace con su espíritu. En caso de desequilíbrio el animal mostrará señales de depresión y no querrá relacionarse con su entorno. Físicamente no querrá que se le toque en esta zona.
A nivél físico rige el cerebro, la glándula pituítaria, la piel, la columna vertebral, y el sistema nervioso.
En la cabeza justo en la entrada de las orejas también encontramos los chacras que les dan una sensibilidad mayor en relación a las energías telúricas, igual a los centros que se encuentran en la base de las patas.
Es interesante tener en cuenta que los animales en relación al planeta tierra representan el mundo astral. La comunicación intuitiva con los animales es posible si somos capaces de ponernos a la altura de su nivel vibratorio, el cual es justamente el chacra del corazón. Es fácil entender entonces porque nos conmueven tanto y porque los animales que conviven con nosotros parecen “sentir” nuestro estado de animo.
A través de sus chacras los animales transmutan continuamente todas las energías tanto buenas como malas, que va generando el ser humano. Si somos capaces de observar a nuestro compañero del reino animal y convivir con él desde el respeto y el reconocimiento, nos permitirá aprender mucho sobre nosotros mismos. Es así como se convierten en nuestros maestros y sanadores.
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